Por:
Moisés Pineda Salazar.
“Visiblemente molesto, el Gobernador no
dudó en decirle que, en modo alguno, él estaba proponiendo un “chocorazo”, sino
que le pedía que pusiera en juego toda su influencia para buscar un arreglo con
los interesados y conseguir que fuera Antonia Julia Vengoechea la Reina del
Carnaval”El final de la Guerra Mundial en el mes de
noviembre de 1918, los cambios en los negocios y la migración askenazi,
trajeron un cambio en la nominación de la Reina del Carnaval de Occidente a
Oriente y se le denominó “La Sultana del Carnaval”.
Sin embargo, hubo un cambio en la organización
del Carnaval que pasó a manos del aristocrático Club ABC, cuyos
dignatarios revivieron la institución de los Presidentes y Vicepresidentes que
expresaban el retorno a los imaginarios republicanos y a la manifestación, a través
de esa jerarquía, de un orden natural: el de “una sociedad clasificada como
las hojas de tabaco”. En el pasado, el Presidente y su Presidenta eran seleccionados
de entre miembro de la Clase de los de La Primera. El Vicepresidente con su
Vicepresidenta lo eran de entre los de la Clase de los de La Segunda. Pero, para
1919 esta última representación había terminado por ser parte de un ordenamiento
interno dentro de las mismas elites. El Pueblo llano, ni cuenta, ni contaba…
En él,
todo parece debatirse en medio de una inusitada violencia que a algunos parecen
rescoldos y a otros, nuevas formas llegadas con la inmigración asiática, la de negros
antillanos y la de venezolanos víctimas pauperizadas luego de once años de dictadura
de Juan Vicente Gómez que parece no querer morirse nunca. Menos ahora cuando
hasta le rinden Honores Papales. ¿Cómo
entender estos cambios si no es a resultas de tales influencias y el consumo de
alcohol, opio y tabaco y las condiciones de miseria en las que viven amplios
sectores de la población? Don Abraham Zacarías López Penha, bardo de altas inspiraciones,
parece tener otras explicaciones. Después de la guerra parece que la
población ha sido inficionada por el morbo de las armas. Desde el más
encumbrado General, como el Hermano e ilustre Jefe Liberal, Efraín Juliao Tatis
que hace unos años se batía en duelo y a caballo con un paisano y copartidario
suyo en Sabanalarga, hasta Teódulo Pirela y
Francisco Prieto,
dos marabinos que en una fiesta de matrimonio que se celebraba el 1° de enero
en el Barrio Montecristo- en la Calle de La Felicidad con El Camino del Limón-
se citaron a duelo a las diez de la mañana, en el Bulevar Central del Prado. Pasados
de copas y a la hora convenida, se encontraron y sin mediar palabra, empezaron
el desafío hasta vaciar más de cinco veces sus revólveres. Ambos, quedaron heridos. Los vecinos,
aterrorizados. Más de una vidriera rota. Y los dos pasaron diez horas en el
muñequero y no menos de una semana en las celulares de la Cárcel de
La 80. Para confirmar el aserto, otro de los circunstantes,
Don David Pereira, intervino para decir: Parece que hoy día, es más fácil comprar
una caja de cápsulas para revolver, que una garapiñas en mi negocio del Callejón
de Pacho Palacio. A pocos metros de la puerta de mi Sodería, el niño Manuel Rodríguez
recibió un tiro en el pie sin que hasta ahora se sepa quién hizo el disparo y
pocas horas antes un balazo se incrustó en la pierna a María Vásquez, la fámula
que trabaja en la casa de Don José Víctor Dugand en cuyas inmediaciones ocurrió
el insuceso. ¿Recuerdan Ustedes que”, en su propia residencia del Barrio
de “Las Quintas”, la hija del Señor Alzamora estuvo a punto de perecer por
cuenta de una de esas balas perdidas? Lo
mismo pasó a una anciana que fue herida en su mano mientras dormía en su
habitación ¡En su propia habitación! Una bala partió una de las tejas de su
casa del pasaje que está en la Calle del Dividivi con Callejón Primavera, hiriéndola
en la mano. Gracias al Todopoderoso no fue en la cabeza - Anotó Don Abraham
Zacarías para redundar en que los casos presentados se han dado en diferentes
sectores de la ciudad.
Pero, indudablemente son causados por la malhadada
costumbre de echar tiros al aire para celebrar cualquier cosa. Un bautismo, un
compromiso, una borrachera, la petición de mano, la navidad, un matrimonio y la
llegada del año nuevo. O, el más tenebroso expediente: el de tramitar a balazos
cualquier problema entre personas, real o imaginado. Como si
fuera poco, en la Calle Maturín, en uno de esos bailes que organizan entre
familias avecindadas y entre amigos, que se acostumbran el Sur de la Ciudad y
que llaman “asaltos carnavaleros”, cuando
los invitados se divertían de lo lindo, de pronto, entraron unos cuantos beodos
fomentando un gran escándalo. De las palabras pasaron a los hechos y según
informes, uno de los intrusos sacó en el fragor de la pelea un revolver e hizo
cinco disparos al aire. La consternación producida por este hecho fue tal, que
varias mujeres de las que allí estaban se accidentaron”. Señor Presidente, algo hay que hacer para
evitar siga la ocurrencia de hechos como estos. Todo
se remite al uso de armas de fuego. El Señor Heilbron, no podía dejar
de contar que tal fue, el percance vivido por el actor cómico de la Compañía de
Marina Ughetty, Don Paco Salas. Pasando por una de las ventanas del Restoran
Chino que funciona frente al Teatro Colombia es sorprendido por una detonación.
Escuchó el silbido del proyectil y sintió el olor del plomo caliente bajo sus
propias narices. El calofrío que le
produjo el solo imaginar la mortal pasada que pudo jugarle aquella bala, lo
paralizó. Repuesto del susto inicial, el
saleroso actor fue en busca de personas que lo ayudaran a encontrar a los del
disparo, y después de mucho registrar en el Restaurante, los hallaron debajo de
una mesa, en donde se desternillaban de risa. Fueron conducidos a la Policía y
se les decomisó el arma. El imaginario de que una
mujer pudiera vencer a los hombres poderosos que pretendan hacerle daño a la sociedad,
tal como lo hicieron Esther, Judith, Jael y Débora, las mujeres fuertes de la Torá,
es seductor para una sociedad que busca esperanzas luego de cuatro años de una
conflagración bélica mundial. Sin embargo, para una Ciudad
que se ha dejado inficionar por tales comportamientos y costumbres bárbaras, no
basta la figura de una mujer heroica, bella y dulce que le ordene y la
componga. No es suficiente. Necesita de un complemento que, como Mardoqueo,
exprese el don de mando, la fuerza y la violencia que es legítima cuando es civilizadora.
Serán, pues, Esther y Mardoqueo, Judith y
Manases, Jael y Hebar y Débora y Barac. Quien así se expresaba es el General
Eparquio González Gobernador del Departamento. Conocedor como el que más de las
intríngulis del poder dentro de su partido, el Conservador, buscaba la manera
de calmar el disgusto de su correligionario, el General Heriberto Vengoechea Munive,
cuya hija- Antonia Julia Vengoechea Vives- aspirante a ser Reina del Carnaval
de 1923- acababa de ser derrotada en franca lid por la jovencita Rebeca Donado
Ucrós quien también buscaba ser elegida Reina del Carnaval de 1923.
Ernesto
Cortissoz no estaba dispuesto a cejar en su empeño de hacer respetar la
elección y por eso, en voz baja le ripostó al General González, Jefe indiscutido
del Conservatismo en el Atlántico. Gobernador, no es fácil pretender
desconocer el resultado. Menos entre copartidarios. Es mucho lo que va de los 1.324
votos que obtuvo la espiritual, inquieta y dinámica señorita Donado Ucrós frente
a los 967 que consiguió la hija del General Vengoechea. La joven no solo ha
tenido el apoyo de un gran número de socios del Club ABC, sino también el
de las autoridades y del comercio de la vecina Soledad, de donde es oriunda. Allí los Donado Ucrós son muy prestantes, influyentes.
Además, no podemos olvidar que la otra candidata del ABC, Sara Roncallo
Villar, consiguió 1.230 apoyos. ¡Sara, también le ganó a Toña! Ni el General
Diego De Castro en sus mejores días, pudiera alterar ese resultado. Visiblemente
molesto, el Gobernador no dudó en decirle a su circunstancial confidente que no
era de buen recibo hablar mal de los muertos y que, en modo alguno, él estaba
proponiendo un “chocorazo”, sino que le pedía que pusiera en juego toda
su influencia para buscar un arreglo con los interesados y conseguir que fuera Antonia Julia Vengoechea la Reina
del Carnaval y diferir para los próximos años, los reinados de “las Mujeres
fuertes de la Biblia” Sara y Rebeca, así como los de las otras jóvenes
vinculadas a la Comunidad Hebraica y a las Instituciones de Caridad de la masonería
local. No crea, Don Ernesto, que no nos damos cuenta de su juego…
Camino
a casa, Ernesto Cortissoz piensa en lo que le ha dicho el Gobernador Eparquio
González. Llevan Doña Rebeca y Doña Sara por nombre el de las “mujeres
fuertes” que se mencionan en La Torá. Ellas son parte de la corona de las virtuosas
de nuestra Comunidad Sefardita que forman parte de la benemérita institución de
beneficencia, auxilio y ayuda de “La Estrella de La Caridad” como Carmen y Esther
Freund, Isabel Casola, Olga, Adelita y Rosita Heilbron, Matilde Pinedo y Rafaela
Pereszt, todas ellas llamadas a ser Reinas. Pero, la política es así, contraria a la lógica
y a la evidencia. Igual, cavila acerca de con quiénes tendrá que
hablar para conseguir acuerdos con las familias y promotores de las otras
candidatas. Tanto del ABC, como de los Clubes Barranquilla, Italiano,
Alemán y Unión, salvando- además- la confianza de la mayoría respecto del método
de elección de la Reina de las Carnestolendas como una forma de hacer caja
común para financiar las Fiestas de entre todos los clubes durante la temporada
y en los días del carnaval de 1923. Mis negocios y los de otros correligionarios
como Tirso Schemell, que de Judío solo tuvo el padre, es un asimilado, han prosperado.
La política nos ha sonreído, desde el nombramiento de Don David Pereira como
Gobernador de la Provincia de Barranquilla en el Siglo pasado tanto que yo fui distinguido
con la representación de los empresarios de Barranquilla en la reunión que en
Enero de 1919 hemos tenido para reclamar del Gobierno del Sr Marco Fidel Suárez
un mejor y más digno tratamiento que merecemos por todo lo que aportamos al
desarrollo nacional. Nos hemos denominado “La Liga Costeña”.
Es todo un ajedrez
en el que Cortissoz tendrá que desplegar sus habilidades de gerente y promotor
de empresas con visos de utopía, como la del transporte aéreo que se anticipó a
las posibilidades que los alemanes en Europa lo vinieron a “descubrir” luego de
que Cortissoz y sus socios, en Colombia, organizaron la SCADTA, los
servicios de correo y de transporte de personas a lo largo del Río Magdalena (Puerto
Berrío, Girardot), Cartagena y Bogotá desde Barranquilla. Y deberá, él mismo-
en la persona de “DÁrtagnan De los Cortijos”- encarnar la fuerza
simbólica que en el espacio del orden público. antes del Carnaval, en el
carnaval y después de él, ejerce el General y Comandante de la Policía y de lo
que militarmente se quiera organizar en Barranquilla, Santa Marta, en el
Atlántico y en el Magdalena. Quiéralo o no, debe asumir el papel de protector del
Reinado de la hija del General “Carajo”: Toña Vengoechea Vives. Una
Reina perdedora con los votos, ganadora con la política y justificada por las
razones que dan el miedo a las balas.
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