Como alcatraz sobre la superficie de las olas, volando a la inmensidad de las palabras, así
apareció en Santa Marta el periódico Bohemia Itinerante. Una publicación cultural llena de figuras como oraciones, colores y emociones en sus contenidos.
Su propósito fundamental, llenar el vacío ante la falta de espacios para la difusión de estos contenidos en los diarios informativos de la ciudad.
El primer número, da cuenta en su editorial del surgimiento de él colectivo Bohemia Itinerante, producto de la unión de la música y la literatura. Dos manifestaciones, una sólida amistad: “El 8 de octubre de 2016, se cruzaron la guitarra del compositor Wilfrido Álvarez Sierra y el libro “Noches de montaña” del poeta Alberto Prado Morales. Hubo música y lectura. Tres meses después, se dio el encuentro del primer grupo de escritores:
Eduardo Barros, Beatriz Molina, Rafael Darío Jiménez, Gustavo Arrieta, Ruby Sierra, Liliana Velásquez y Alberto Prado; el compositor Guillermo Puello; los dramaturgos: Rosana Collazos y
Carlos Miliani, el pintor Ángel Almendrales. De ese encuentro salió el nombre del grupo literario: BOHEMIA ITINERANTE” recuerda Alberto, en un ameno dialogo con las personas presente en una de las salas de lectura del complejo cultural de la Megabiblioteca.
La satisfacción por el simbólico parto del periódico motivó unas breves frases del compositor Wilfrido Álvarez, un profesional de pocas palabras que prefiere que sus largos dedos dialoguen con las cuerdas de su guitarra en vez de hablar “la verdad que es para mí una sorpresa
tener la oportunidad de compartir con todos ustedes este periódico, es una verdadera sorpresa, porque nunca pasó por mi mente que aquel encuentro con el escritor que es el amigo Alberto y yo como
compositor,
ese primer contacto se dio en el cumpleaños de una anciana amiga de 96 años
amiga de la familia y allí estaba el poeta
con quien intercambie palabras que nos permitieron hacer esta unión con el grupo literario”.
La tarde corría y en el fresco salón donde nos encontrábamos reunidos se mezclaba los rayos solares que penetraban por los amplios ventanales dando tonalidades alegres, tapizando la superficie de los
objetos con un resplandeciente e intenso amarillo en todo el ambiente del lugar. Llegó la poesía en la voz de sus representantes; poetas y poetisas alistaron su oasis verbal, en otro reencuentro, las
cuerdas de la
guitarra del compositor Álvarez que gentilmente acompañó la jornada con sus
acordes al paso de las lecturas de cada vate, donde se fusionan sonidos melódicos.
Eberliz Corzo Oñate, poeta guajira, pasó al frente y con su misteriosa mirada posó sus ojos al recién llegado periódico, pero antes contó un poco de las casualidades de su texto publicado “este poema
esta signado de las casualidades, porque donde lo he mandado ha contado con la suerte de ser seleccionado para su publicación y en esta no es la excepción, voy a leérselo, está dedicado a mi madre, escúchenlo”: Veo a mi madre. /Camina más lento y con dificultad, /responde con sonrisas.
/Sus ojos nublados merodean la tristeza. / Sola, en esa casa de tejas y paredes altas. / Recorro la casa, / observo los detalles, / escucho el silencio. En la sala vive el mismo espejo, / en el comedor no están los platos servidos de alegría, / en la cocina un par de ollas a fuego
lento, los cuartos organizados, / en el patio un retoño que acompaña al eterno olivo. /Mi madre mueve su bata al despedirme, / muestra sus pequeños dientes y yo me voy con la lista. /
Terminada la presentación de la poeta de mirada profunda. El turno fue para el escritor del libro “El
Delgado Hilo de las huellas” Alberto Prado Morales. Leyó el poema “Al Principio” su lectura estuvo acompañada de la nostalgia de su existencia,
quebrando su voz y lágrimas a ras de garganta. El momento lo expresa el autor en las líneas poéticas. “Al principio fui la sonrisa, / una que otra mirada, / unas palabras de lugar común. Tiempo después el fuego en los poros… vinieron mis hermanos, / hombres y mujeres cargados con
el color de mi sangre. Después, al final de la curva, / vine yo, a pesar de las prescripciones del galeno, /no había nada que hacer… / vine yo. Un fuerte llanto para iniciar / y un camino de arcos multicolores por recorrer. Mamá cuidó mis sueños, / hasta cuando los dueños de l
a luz decidieron que era l día de su partida. Papá hizo que mis manos se hicieran fuertes y ni pensamiento un enjambre de latencias. Fue el tiempo el que corrió sobre mis días / y me ha regalado incontables instancias para decorar mi pecho. Ahora, / mis horas se
disfrazan con esas flores de jardines florecientes / y mis relojes marcan más despacio los cantos de la luz sobre mis horizontes.
Otra de las integrantes del colectivo Bohemia, Magalys Ortiz Esquea, público el poema Vértice “Si te digo que soy el vértice, /que en mí converge la vida y la muerte: llevo el fruto en mi vientre del amor de un pescador furtivo que abandonó el lecho / la madrugada que lo atrapó una bala perdida y doliente. Si te digo
que soy el vértice donde converge el llanto y la risa de un niño que nació / al pie de la tumba mientras paría un dolor de muerte lenta. Comparto la contradicción del abandono / y de la nueva compañía; / no importa si la vida a manos criminales se siega, / si otra vida dentro de mi cuerpo de mujer se renueva.
Son muchas las perspectivas que ha despertado esta publicación, pues es desde ya una herramienta con la que contará el sector de la cultura y la educación porque una de las líneas misionales a cumplir es llegar a formar un nuevo público. Para Polidora Gómez Villalobos quien aparece liderando las
tareas del
periódico y de la Fundación Bohemia quien se estrenó con la actividad realizada, manifiesta “Vamos
con estos dos instrumentos (el periódico y la fundación) a desarrollar varias acciones en educación y en el mundo de las manifestaciones
culturales. Vemos por ejemplo como en la poética, se pierden talentos en las
escuelas porque no se les da oportunidad para dar a conocer nuevas obras
escritas eso pasa en los estudiantes y los profesores; es muy triste”.
Después de dirigirse a los presentes por solicitud hizo la lectura de su poema:
Travesía Mortal -A María Isabel Hurtado Q.E.P.D-.
“Naturaleza exuberante bañada por dos océanos; / su columna vertebral contonea fortalecida por cordilleras; una puerta invisible anexa a su silueta, / la destruye. Al traspasarla merodean balas con
destinatario. Ella, debe seguir su camino, / llegará tarde al aserradero. / Afuera, / observa a una mujer tendida en la calle. Reconoce el llanto; / un niño contra la pared desahoga su impotencia. Huyendo
de la violencia atravesó la puerta.
/Alguien grita… ¡María! Pueblo sin memoria incapaz de sentir el desconsuelo
del ignorado; hoy no hay quien te abrigue.
/ Afuera, una madeja de tinta roja.
Cubre la tierra que defendía. / Tengo que llegar al aserradero. Empezó a llover.
Con el pasto desaparecerá la madeja.
/ Afuera una mujer sigue tendida, / no se levanta para seguir arreando la vida. / Adentro vuelta un ovillo
se aleja resbalando sobre los gritos…/ La puerta sigue abierta.
Cerramos nuestra presencia en el complejo cultural de la Megabiblioteca con la
poética de Fabio Ortiz Ribon. Con versos que buscan seguir anidando en su pecho y que revive el amor a esa mujer que se merece todo de sus hijos, la madre. Su
poema, La Mujer de mis Lágrimas. “Como maaa, / haces falta para escuchar tus consejos que terminaban en regaños / pero que hacen falta para reorientar la barca que llamo vida. / Sabes, te marchaste sin equipajes. / Sin el baúl donde guardabas tu
infancia repleta
de travesuras. / Sin el neceser donde
atesorabas pintalabios y finos pinceles para delinear tus perfectos encantos
de joven coqueta, / que despertaba la atención de hombres y otras mujeres. / Allí quedo todo olvidado. / Dejaste tus apuntes de mujer madura y las huellas en tu partida. / Te marchaste.
Hoy las ráfagas de nostalgias, recuerdos, que sumados al delirio no me dejan de soñarte. / Como olvidarte mujer, / si aún después de tu partida esculco en las arenas del amor y no encuentro nada parecido a tus tiernas caricias, / a tus susurros amorosos, a tus canciones de madre para su niño. / Dime como cumplir la
promesa de seguir amando este pedazo de mundo que me diste cuando me enviaste a la vida.
/ Donde está la razón de la lucha. / La misma que librabas
por la persona que formarías
con tus mejores valores. / Te cuento con lágrimas asomada a mis ojos, que nada hay más triste mujer, / que despertar de un sueño compartiendo tus risas
y alegrías y volver a la realidad sin ti a mi lado. / Como me sigue doliendo
mamá, / tú partida.
En Bohemia Itinerante se publica poemas de:
Nurgeidys Bermúdez Fandiño, Luis Pabón, Liliana Isabel Velásquez, Edilberto
Zuluaga Gómez, Eduardo Barros Pinto,
Leidys Santander Guillot, la narrativa
con Martiniano Acosta y pinturas de
Ángel Almendrales.
La noche llegó más amable con los poetas y narradores que esa tarde entregaron sus versos a la Sierra como testigos del vuelo de esa ave marina que sin otra pretensión desean que las letras, colores y olores de la tierra tairona, comiencen a dar pasos a reencontrarse con sus ancestros que hace 500 años nos legaron sus
sagradas escrituras plasmadas en utensilios de oro y otros materiales como también las huellas talladas en jeroglíficos que cuentan que ellos fueron escritores y gestores de la cultura del Caribe. Textos, Fotos y Videos: Fabio Ortìz Ribon.
No hay comentarios:
Publicar un comentario