![]() |
Lectura de Fabio Ortiz Ribon. |
nada por sus ideas,
no vale nada sus ideas,
o no vale nada el
hombre”
Platón.
En el homenaje que rindió el Encuentro de Escritores del Caribe Colombiano, en la ciudad de Ciénega Magdalena tuve la oportunidad de presentar el presente texto, como un testimonio a la amistad que coseché con el escritor Amaury Diaz Romero. Estas son mis palabras: Perdí la fecha en la que conocí al escritor Amaury Díaz Romero, pero no olvido la circunstancia en la que nos hicimos amigos.
Porque para ser fiel a mis pensamientos. A él lo recuerdo cómo un ser humano integro: amigo de los amigos, solidario, fiel, pero sobretodo humanista. Ahora pensaran que “todo muerto fue bueno”. Pero en mi caso como amigo no podría decir algo diferente de este hombre. En los primeros años de mi profesión como Comunicador social a principios de los 90.
La convulsión social en el país era grande. Los bombazos del narcotráfico y en especial del cartel de Medellín era el día a día, el desayuno servido de las mañana acompañado por un nuevo hecho violento de la dinamita en manos de los irracionales del grupo criminal más buscado en ese momento, el de Pablo Escobar.
Una mañana me invito a su casa para que le ayudará a preparar una actividad literaria con la recién creada Sociedad de Escritores “Fabio como tú los lunes descansas del periódico te espero para que conversemos, nojoña hace rato no hablamos” me recriminó al otro lado de la línea. Llegué como a las nueve de la mañana y conversamos largamente de la situación que se vivía por toda la nación. “Esto no se compone sino se entra en conversación con todos los actores porque ahora hay atentados y no sabemos a ciencia cierta quién es el culpable, si el narcotráfico, la guerrilla, la delincuencia; todos se bañan en el mismo rio ” categorizaba con claridad las circunstancias de la violencia y renglón seguido recordó un pasaje del M19.
“Eso era lo que planteaba Bateman, cuando se refería que la democracia es como un sancocho” y así era, hoy sigue siendo igual, todos ponemos, todos debemos aportar a este proceso si queremos la PAZ. La convivencia es posible si deponemos los intereses remarco yo.
Ese día acordamos una visita a los amigos de la literatura en algunos municipios. En Santa Lucía, Campo de la Cruz, Sabanalarga, Manatí. En Santo Tomas, donde conocíamos a Tatiana Guardiola, entonces una principiante en la narración, hoy una consagrada escritora, al poeta Tito Mejía, al escritor de la conocida novela “Exiliados en Lille” Ramón Molinares Sarmiento, Pedro Conrado Cudriz ya pesos pesados de las letras. Allí también llegábamos a casa de Frency Salcedo, con él hablar más cerca de lo político, lo social y cultural, así él lo recuerda “Amaury Díaz Romero, fue un amigo de sus amigos.
Un patriota de alas
abiertas para volar y enseñar a volar a quien de sus conocimientos lo
requiriera, fue cuando en vida un excelente conversador; en él, se podían
entender con facilidad los problemas del país desde la complejidad de la
política, lo económico, lo social y lo cultural, entre otros temas que manejaba
con precisión y con exposiciones certeras”
Pasaron varios de esos
periplos de año en años haciendo recorrido los fines de semana hasta que me
retiré del periódico El Tiempo Caribe y pasé a Diario La Libertad, donde me
quedaba más tiempo, para la actividad cultural con el amigo.
AMAURY DÍAZ ROMERO EL
PERIODISTA.
Uno de los campos donde
vivió sus energías creativas fue en el periodismo, la actividad más “hermosa
del mundo” como decía el nobel de Macondo. El periodismo fue para Díaz Romero
un canal para contar sus sueños, sus ideas, su postura de escritor
comprometido. Su llegada al diario La Libertad, nos permitió una mejor
comunicación, allí frecuentábamos más desde que comenzó a trabajar con esta casa
editorial, donde yo tenía varias primaveras de estar haciendo parte del equipo
periodístico a cargo de la dirección de Carmen Peña Visbal.
Amaury trabajó en todos
los medios hizo Tv, radio, creó revistas culturales, fue columnista de
diferentes diarios del país y corresponsal de revistas literarias de otros
lugares del mundo. Fue un excelente radio escucha, hasta la radio Cubana
escuchaba en las noches cuando cavilaba sus historia que más tarde nos brindaba
a todos convertidas en novelas y/o
cuentos que atrapaban a los lectores por sus singulares personajes,
truculentas historias, a veces eróticas o de recreación de la vida cotidiana
de personas que por su connotación y
perfil era de interés social. Como escritor no me ocupé en estas líneas porque otros invitados
a este evento lo hicieron o lo harán.
AMAURY DIAZ UN
COMPROMETIDO DESDE LA PALABRA LITERARIA.
Retomo el hilo de
nuestras andanzas por los municipios del Atlántico y demás territorios de los
departamentos que conforman el Caribe
Colombiano, exceptuando a San Andrés y Providencias. Porque con el
personaje que nos ocupa lo acompañé en varias andanzas por la vida cultural.
Tuve la oportunidad con él, de luchar
por una mejor política cultural del
Atlántico. Cuando fui elegido como representante de las Ongs Culturales en el
Consejo Departamental de Cultura, para entonces ya casi terminándose el periodo
como gobernador de Rodolfo Espinoza Meola. Comenzamos un duro reto y era trabajar
de pueblo en pueblo para incidir en un mejor tratamiento para el sector de la
cultura en el Atlántico, pues, ha sido este segmento de la población “el último
vagón de la locomotora”. Pero Amaury era
un convencido que desde las sanas intenciones de la política se podría lograr
mejoras para los promotores, artistas, cabecillas y alentadores de la cultura.
Nos empeñamos en ese momento acompañar al aspirante más opcionado a la
gobernación, el señor Ventura Díaz Mejía. En todas partes les vendía a los
asistentes a nuestras asambleas y reuniones de amigos de la cultura a votar por
el radio periodista, saliendo electo esté con un grueso número de votantes del
sector. El paso siguiente era lograr la dirección del Fondo Mixto de
Promoción de las Artes y la Cultura. Ventura no nombró a ninguno de nuestro
equipo visible de la campaña conformado por Amaury Díaz, David Duran y mi
persona. Pero nos quedaba una carta a favor cuando nombró a José Bolaños de la
Hoz como secretario de cultura y con esta representación se logró mayoría en el
Consejo Departamental de Cultura quién tenía la potestad de definir en votación
secreta el nombre del gerente del Fondo Mixto de Cultura, elección que recayó
en el escritor que nos ocupa. Al principio creímos que el radioperiodista ahora
gobernador se sentiría a gusto con la elección de Amaury Díaz. Pero su reacción
no fue del todo de su agrado. ¿Qué pasó, por qué cambió? Nunca lo dijo. Pero su
comportamiento fue lo contrario a la amistad que creíamos tener con el colega.
Sin embargo continuamos ahora con gerente, pero sin apoyo administrativo. En
todo caso la vida continuó y sacamos avante las tareas y compromisos culturales
del Atlántico. Seguimos trabajando en las actividades de la política cultural en los pueblos, pero él
también escribiendo. Fue lo que más lo apasionó en su vida y en los últimos
años lo reconfirmó por la alta producción literaria que dejó escrita: sus
novelas y su participación en los avatares de la política en lo nacional con
los movimientos alternativos y en lo territorial, con una mirada más amplia. El
licenciado Frency lo recalca “Con templanza fue un literato, escritor con una prosa mágica
cargada de reflexiones que lo llevaban a uno a cavilar sobre los problemas de
Colombia, porque en sus escritos estaban inmersos la retórica y la problemática
social de su amada patria, por la que fue un luchador a brazos partidos contra
las injusticias que viven los compatriotas. Su voz se alzó siempre en favor de
los desprotegidos porque soñaba con una patria de igualdad para todos”.
Su participación en la
política nacional que visionó desde muy joven
con su pasó por movimientos estudiantiles, universitarios y ya en una edad
adulta la tuvo bien clara: La izquierda. Allí militó gran parte de su vida. Fue
construyendo y cimentando su ideario y la literatura fue su gran aliada para
todo tipo de denuncias donde se atropellara a la gente más vulnerable. Por eso
sus actuales producciones editoriales estuvieron centradas a evidenciar la
corrupción administrativa de hombres y mujeres que al llegar al Estado se creen
con todo el derecho de dilapidar el erario público. Lo que Amaury Díaz Romero hacía en sus obras
escritas, preñada de delaciones era un
paralelo con lo que hacía Gustavo Petro Urrego desde el mismo momento que
incursionó en la política logrando los escaños en cada célula legislativa donde
participó hasta su llegada al congreso y hoy a la presidencia. Ambos estuvieron
muy cerca y militaron en el EME. De esta manera podría concluir que la política
es la actividad complementaria del hombre por decir lo menos. Porque para el
escritor debe ser su razón en la vida, sus escritos deben ser una alerta a la
sociedad. Él me decía con un poco de dejo “ a pueeeeee Fabio muchos amigos que
escriben me critican porque en cada campaña a la alcaldía, gobernación o
presidencia yo hago política, me critican y me dicen que no debería mezclar
literatura y política y eso no es así, porque el escritor, el poeta no vive en
una burbuja, siente las necesidades los atropellos, las dificultades y miserias
que toca a la gente, si escribes para que te lean y eres un famoso escritor y
te pavoneas con los círculos políticos que son los causantes del sufrimiento de
las gentes, eres un traicionero a la causa, a la escritura. El escritor no
puede callar las injusticias en el mundo”.
Ese era el escritor y
fue el novelista con el que compartí muchas horas, días, meses y años de vida
en el mundo de la literatura pero también en la política. Pero algo siempre
rondó en la vida de Amaury. Por un lado tenía muchos amigos, ayudaba a todo el
mundo. Por eso todos lo admiraban y él los conquistaba con su verbo claro y
preñado de sinceridad al momento de invitarlos a votar por determinado
candidato. Pero por el otro, al final, casi todos terminaban siendo cornejas. Él era muy agudo, caviloso y apenas le
querían contaminar el alma o sacar los ojos como lo hacen los cuervos, alertaba a sus seguidores, a sus
amigos, de la traición o la celada que
le habían preparado los que lo buscaron para conseguir los votos y ganar una
credencial. Todo porque no comulgaba con los perversos y malévolos propósitos o
propuestas para que se sumara a la compañía de saqueadores de los dineros públicos. Por eso
siempre le fue muy mal con los políticos de esta nación. En todo caso nunca
claudicó por ser un ser, activo y proactivo en lo político y ahí si lo
ratificó, como el pensador y escritor Bertolt Brecht, quién sentenció “el precio del frijol, del pan, de la harina,
del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de las decisiones
políticas.” Este grande de la escritura insistió
que el indiferente a los acontecimientos políticos tiene ya una posición
política velada y es la depositar el destino de la propia vida en un poder
ajeno a su voluntad y aquí vale citar los últimos acontecimientos en la feria
del Libro en Madrid España cuando el Estado Nacional y el saliente presidente
Iván Duque presentó a un grupo de
escritores de renombre invitados para presentar sus obras en lo que llamó el entonces
mandatario la “LITERATURA NEUTRA”. En
Amaury ejemplos y reafirmaciones se pueden
consultar en las últimas novelas que nos lega, su grandiosa producción
literaria que con el tiempo se convertirán sus libros en fuentes fidedignas de un tratado contra la corrupción
y malversación de dineros de la sociedad, de esta manera nos ratificó hasta el
final de sus días que el escritor no debe distanciar su pensamiento político de su producción
literaria.
Por: FABIO ORTIZ RIBON.
Excelente actividad, compañero Fabio en Barranquilla
ResponderEliminar